Virginia DeMorata protagoniza junto a Antonio Navarro la comedia ‘Zombie’, escrita por Adolfo Zurro y dirigida por Nora Aguirre, formando parte de la programación de MicroTeatro Málaga. El encuentro entre una apocada vecina y un difunto que aún no sabe que lo es por los estragos de la rutina marcan el tono surrealista de esta pieza de chispeantes y afilados diálogos, con disparatados y explosivos giros.
Crítica de ‘ZOMBIE’, por Adelardo Méndez Moya.
“Microteatro Málaga continúa, los jueves, viernes y sábados del mes de enero, con su ciclo “Por los clásicos”, al que pertenecen El atraco, de José Moreno Arenas –obra ya comentada—, y esta Zombi (Una comedia para morirse), de Alfonso Zurro, a la que dedicaré alguna observación por si a alguien le resulta de interés.
Esta divertida propuesta de Alfonso Zurro, Zombi, parte de su minipieza homónima incluida en su Cien viajes en ascensor. El texto original consiste en un muy breve monólogo que coincide (aunque no en términos absolutos) con el arranque de esta obra corta que se extiende a través de diversos vericuetos, con elementos jocosos y de extrañamiento, hasta esta nueva versión, más larga y de diferentes calado y alcance. Alfonso Zurro, como siempre, nos sorprende, nos divierte, sin faltar su ingrediente crítico más o menos explícito, con este juego teatral, muy bien desarrollado.
A la condición de excelente autor, Zurro añade la de no menos extraordinario director de escena… Una obra suya dirigida por otra persona puede generar, cuando menos, dudas… Pero Nora Aguirre logra culminar la empresa con sobresalientes resultados. La dirección es acertada, acorde a los ritmos, a las necesidades y a la intención del autor y del propio texto en sí. La brevedad no exime de ciertas apuestas, de determinados riesgos, asumidos y resueltos por la directora con brillantez.
La protagonista, Virginia Demorata, nos ofrece una amplia gama de registros, de variaciones, de cambios, en un ejercicio interpretativo muy valioso y certero. Su humor junto a su ternura nos transmiten a las mil maravillas la esencia de su personaje, regida por la decisión combinada con no poca timidez. En mi opinión, su trabajo merece el calificativo de espectacular.
Le acompaña en la acción Antonio Navarro, que mantiene muy bien un personaje pasivo y de escasa –aunque decisiva—intervención. Su presencia y su actuación gestual, sobre todo, le confieren una calidad muy por encima de ser un mero suplemento, para completar lo fundamental de la pieza.
Unos arreglos musicales de Fito Vergara, junto a unos elementos escenográficos cambiantes, simples pero muy eficaces, completan este espectáculo, muy aconsejable, plagado de guiños y de sorpresas que satisfará a todo tipo de espectadores. No se la pierdan.”